VIAJAR COMO EL CAMINAR

VIAJAR, improvisar tu camino sin dejar de andar para no perderte nada y compartir la experiencia como nunca, es VIVIR.

Hay varias formas de organizar un viaje, la cómoda, mediante una agencia, o la espontanea mediante tu habilidad por comunicarte con los demás, tu intuición, y sobretodo usando no solo el sentido común sino también el aventurero. 

Esta última opción es perfecta cuando se trata de una persona de espíritu libre, sin embargo se dificulta cuando existen algunas carencias en la personalidad, sobretodo cuando se tiene un carácter mas bien introvertido y cuando la empatía no reina en la interacción con los demás. Es fundamental tener una capacidad de adaptación excelente y paciencia ante las adversidades. En cuanto a otros factores podemos hablar del lenguaje, el cual para los viajes puede llegar a ser un problema y más aún cuando todo lo anterior es inexistente en los rasgos de un viajero. Aún así, es posible armarse de valor y viajar sin conocer el idioma pues el lenguaje no verbal es conocido de forma internacional y si la motivación para conocer lugares y comunicarse es fuerte es posible incluso mejorar nuestros recursos en la comunicación así que se añade un aprendizaje en nuestro viaje.

Todo esto parece fácil, pero no lo es, se trata de viajar lo cual no es sinónimo a irse de vacaciones ya que requiere un esfuerzo muy fuerte, no solo físico sino que también psicológico. Tal vez por ello, después de un largo año de trabajo la gran mayoría opta por concertar un viaje que no requiere mayor esfuerzo que el de hacer una transferencia bancaria y elegir destino o paks ya programados de actividades, en definitiva elegir la pulsera del todo incluido o de media pensión,...

¿Con que tipo de viaje te quedas?

En esta página nueva del Blog iré explicando algunas experiencias de mis viajes e incluso algunos consejos o reflexiones vinculadas al tema, algo que va a ser de gran ayuda para aquellos que aún estén decidiendo que hacer en sus vacaciones.