miércoles, 29 de abril de 2015

Culminar cimas para llegar al cielo






Si todo fuese tan fácil como respirar, el volar seria como flotar, es probable que esa sea la razón por la que uno empieza a subir montañas pues más que culminar cimas a veces se busca completar un sentimiento que nos hace un poco más libres. El ser humano siempre se ha visto carente de libertad, pues siempre ha admirado esa sensación que ha tratado de alcanzar por todos sus medios. Dicen que las aves son los seres vivos con mayor libertad, yo creo que son libres porque solo ellas pueden llegar lo más cerca del universo por sus propios medios.

Al contemplar el cielo nos acercamos a comprender parte del universo, parece que éste caiga encima de ti pero a la vez es inalcanzable, es algo tan inmenso que aparentemente no tiene principio ni fin. Quizá al ser uno de aquellos “imposibles” sea la razón por la que hemos luchado para combatir con ello. A lo largo de los años se ha buscado un acercamiento a esas nubes burlonas que nos llaman. Se ha intentado diseñando edificios, conquistando cimas, etc. Sin embargo, hemos logrado ser como un pájaro mediante inventos rudimentarios con alas, globos de aire e incluso grandes construcciones pesadas que parecen ya obras de arte a pesar de usarlos como transporte.

A pesar de nuestros artilugios todo hombre observa ese horizonte como algo digno de ver, pues éste es el único privilegiado de contemplar ese punto de interacción, su llamada nos cautiva pidiendo armonía en esa batalla entre el mundo terrenal y celestial.

2 comentarios:

  1. Hola Laia: Vaya por delante mi agradecimiento por la sinceridad que destilan tus escritos.
    Después de leer los artículos de tu blog, han venido a mi mente recuerdos de juventud y observo con sorpresa, que mis sueños tenían una similitud con los tuyos. No siempre uno tiene la oportunidad –los abuelos– de contrastar los sueños e ilusiones de un pasado, que ya no volverá, con la juventud del presente. Yo pienso, que los anhelos juventud son patrimonio de la humanidad, porque esta es eterna. Para concluir, me tomo la licencia de mostrarte algunas máxima, que descubrí en el camino de juventud: “Un día infeliz, un día perdido” y “Has de abandonar la casa para volver”.
    Salud
    Antonio

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  2. Antonio en primer lugar agradecerte tu visita a mi blog, en segundo lugar la atención y esas palabras concisas y sinceras que sin duda me han dejado sin respuesta pues ya son varios días en los que pienso que respuesta dar. Por otro lado, estoy siguiendo tu blog, y bueno quizá no este a tu altura y puede que por ello me aterrorizaba dar respuesta, sin embargo eso demuestra que como tu dices "los abuelos" tenéis toda la sabiduría que una joven curiosa como yo trata de lograr en su camino disperso pero emprendido.

    Un abrazo,
    Laia

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