jueves, 23 de abril de 2015

El sueño del alpinista

“El alpinista es quién conduce su cuerpo allá dónde un día sus ojos lo soñaron”  
de Gaston Rébuffat.




Buena cita para empezar el día, para entender que ser alpinista es algo más que llegar a una cima o superar un reto físico. Soñar es precioso pero no todo el mundo tiene la fuerza de llegar a sus sueños. 
¿Cuantas veces vas a un sitio y te enamoras del lugar pensando en que allí puedes disfrutar de un sin fin de actividades? Piensas en volver allí, investigas hasta dar con el sitio perfecto y luego la aventura empieza desde decidir que hacer hasta terminar la actividad, ya sea un paseo, escalada, barranco, o lo que sea...

En numerosas ocasiones los sueños son ilusiones que se revelan ante ti, a partir de aquí cobran vida y te impulsan actuar de un modo concreto para llegar a ese sueño que al fin de cuentas como ya has presenciado se presenta como accesible.

El problema aparece cuando esos sueños dejan de ser tangibles, como por ejemplo cuando aparecen durmiendo haciendo despertar el inconsciente del yo, en ese caso toca saber interpretar lo que tu interior pretende decirte si es que recuerdas el sueño. Si no prestas atención a esos sueños durmientes pasan desapercibidos los sentimientos o deseos reales y en ese momento tu estado físico se lleva las consecuencias. Existen un sin fin de tipos de sueños no tangibles, a veces son simples corazonadas y otras son sentimientos que te hacen imaginar. 

Subir montañas te acerca no solo a metas sino a objetivos con los que te sientes mas realizado siempre y cuando esas cimas han formado parte de tus sueños lo cual significa que te acercas más a tu yo interior porque has conseguido averiguar que es lo que realmente deseas y es por ello que la sensación de pisar cima es tan gratificante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario