Toca contar un secreto. He creado mi máquina para viajar en el tiempo, quiero viajar a otros lugares y pensé que seria aún mejor hacerlo en el tiempo.
A veces camino y me doy cuenta que necesito correr, correr y no parar. Algunos días decido hacerlo, acelero mis pasos y no se muy bien a donde voy, solo sé que estoy corriendo, que estoy en revolución, que lo que me rodea no es lo que quiero y en lugar de gritar corro para no verlo tan nítido. A veces simplemente estoy eufórica y necesito desprender la energía y sacarla de mi cuerpo pero la gran mayoría de veces es porque espero correr tan fuerte que cuando me canse y me detenga aparezca en otro planeta, en un sitio sorprendente. No deseo ofender aquellos que forman parte de mi vida de forma diaria o más distante, pues el problema no es la gente, ni tampoco la belleza de nuestro planeta azul, el problema quizá es mi mirada que dejo de verlo todo de colores. Ahora los colores son oscuros y a pesar de contrastar con algún blanco tengo claro que ya juegan los grises y que esto no deja de ser una prueba más de mi impotencia ante lo establecido.
Capto lo que me rodea como si de una foto en blanco y negro se tratará, como si aquello, mi presente, fuera parte de un pasado tan lejano que al cerrar los ojos se puede pensar que luego despiertas en un futuro. Al abrirlos, es todo exactamente igual pero vuelve a lucir el color y con esa pista me doy cuenta que algo ha debido de cambiar. En ese instante en el que he cerrado los ojos he decidido que ese segundo atrás quede en la historia de mi pasado. A veces, bromeo conmigo misma y pienso, "lo mismo ha nacido alguien que nos sacará de la maldad humana", ni mucho menos hablo de un mesías, simplemente imagino alguien como tu y como yo capaz de gritarle al mundo que no lo estamos tratando como merece.
Probablemente en ese segundo habrán pasado mil cosas, muchas positivas y otras también negativas, sea como sea todas ellas, desde el detalle más insignificante hasta el más importante, genera un impacto en la vida humana, y en consecuencia al mundo. Ese segundo marcará su propio futuro, y a la vez ese futuro ya forma este presente mientras que este presente sera pasado al convertirse en futuro.
Hablamos en ocasiones de inventos imposibles, nos gusta el cine de ciencia ficción, pero tal vez nuestra mente puede crear todo eso en un mundo real.
