En pleno siglo XXI aún se habla del milagro de la creación. Para muchos religiosos este fenómeno tiene un significado pleno, pues así se ve reflejado en sus relatos sagrados de forma paralela a la figura de un dios o incluso de varios. Al margen de la religión; pues no se trata de un texto de opinión ni tampoco de una recensión de algún pasaje bíblico o sagrado; no nos concierne por ahora el tipo de creencia politeísta o monoteísta a pesar de no poder negar el impacto que ha tenido en cada herencia cultural. Lo que adquiere especial mención se refiere al proceso que siguen varias disciplinas para hallar la explicación de algo tan fascinante como es nuestro medio natural.
Con la revolución de la ciencia, fueron muchos los científicos que empezaron a romper pilares sólidos y concebidos de la tradición y las creencias, “su observación les decía que algo tan grande, debía tener mayor fundamento que una simple creencia”.
Ya sea desde una perspectiva filosófica - teológica, o científica - histórica, el resultado del fenómeno en cuestión es el mismo se mire como se mire: tenemos un maravilloso ecosistema al que llamamos naturaleza el cual nos permite entrar en contacto directo con la tierra y el estado interior mas puro de todo ser humano, incluso de nosotros mismos. A pesar de esa fascinante sensación que nos produce el estar rodeados de ese milagro del que sin duda formamos parte también nos aporta mucho más ya que sin ello no seria posible vivir esas aventuras que con tanto cariño recordamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario